martes, 16 de marzo de 2010

I can't get no... satisfaction


Aun puedo recordar el olor a pasto mojado y a Brandy en una de esas noches cálidas de los sábados por la noche...

Había un tiempo donde la radio se respetaba a si mísma y lo que importaba era la música, algunas de esas radio difusoras hasta dedicaban un espacio en su programación no solo para tocar música de aquellos lejanos 60s, 70s y hasta 80s, sino que también se hacían reportajes, crónicas y reseñas de las canciones que se programaban. El programa se llamaba “Looking back“ lo pasaban los sábados en las noches.

Mi padre siempre solía escuchar ese programa todos los sábados, ya entrada la tarde encendía una pequeña radio donde sintonizaba la estación FM Globo, se preparaba su primera cuba y empezaba a regar el pasto de nuestro jardín trasero, un pasto que nunca se dejo crecer correctamente, al que siempre le falto algo, o se secaba de alguna sección o simplemente yo llevaba a mis amigos a jugar "gol para" y le daba en la madre. Supongo que, tal vez inconscientemente creía que en el momento que el pasto creciera y se mantuviera de forma perfecta terminaría también de necesitar cuidados, es decir, del cuidado de mi padre, es decir sería el fin de esas noches de sábado. Esas donde extraigo mis mas antiguas remembranzas musicales, desde la “tears of heaven“ de Clapton, o el riff mas famoso de los Stones.

Mis mas preciados recuerdos de alguna forma u otra siempre están ligados a la música, no importa de que trate el recuerdo, las canciones siempre me evocan recuerdos y viceversa.

Recuerdo también el radio despertador que tenía en el buró a un lado de mi cama, sintonizado siempre en lo que ahora es la asquerosa Exa fm. Llegado el momento de dormir lo prendía y poco a poco caía en los dulces brazos de morfeo escuchando canciones del otrora sub-genero de “Rock en tu idioma“ y de vez en vez canciones de Creedence, de Billy Joel y otros grandes.

Resulta pues que en esos tiempos de vacas flacas mi padre y su tarjeta de crédito o algún plan de pagos en parcialidades, hicieron un esfuerzo enorme para adquirir el primer reproductor de cd de la familia. Ya teniendo el reproductor (el cual era una simple grabadora con al lector de cds a un lado de la casettera) a mi padre se le había pasado el pequeño detalle que además del reproductor necesitaría también comprar discos compactos (eran tiempos donde no existia el mp3) los cuales como hoy eran carísimos y que el hecho de comprar discos piratas comprometían gravemente los valores y principios musicales que con tanto esfuerzo intentaba inculcarnos.

Después de algunas semanas en las que supongo se ingenió una manera de estirar un poco mas el presupuesto familiar por fin se logró comprar el primer CD (y vaya disco): Led Zeppelin remasterizado¡¡¡

Claro que en esos día yo todavía era un moquillo inverve que apenas sabía como ir al baño sin mojarme los pantalones, no estaba consciente de la grandeza del disco, pero no pasaría mucho tiempo antes de que me fuera dando una idea de lo genial de la musica de Led Zeppelin. Una noche ecuchando la radio como siempre y ya en un estado de semi inconsciencia logré rescatar de las garras de mi subconsciencia una dulce melodía que seguida después de un in cresendo de guitarras y batería no podría culminar mas que en uno de los solos de guitarra más emblemáticos de la historia de rock.

“Stairway to heaven de Led Zeppelin! apenas dijo el locutor cuando yo ya había pegado un brinco de la cama para salir corriendo en busca del antes mencionado disco. Semi inconsciente aún y para mi pena semidesnudo tomé el reproductor de la sala y junto con el disco y los llevé a mi cuarto ante la estupefacción de mis padres que presenciaron toda la escena sentados en el comedor.

Localizada la canción la toque repetidamente hasta que por fin me quedé dormido, arrullado por el mismo Jimmy Page.

Siento que medimos las cosas de la manera incorrecta, la edad en años en vez de recuerdos, el tiempo en horas en vez de carcajadas. La vida se nos va entre años y pesos, y no importa cuantos tengas de los dos siempre queda ese vacío que llenar....

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