
Hace muchos años cuando era niño, no recuerdo muy bien donde ni como, pero recuerdo que estaba yo escuchando una canción de los beatles -bueno en realidad no sabía que era de los beatles eso lo supe después- en fin la mentada canción me gusto de una manera no conocida para mi en ese entonces, en algún estribillo de la canción recuerdo que la piel se me puso chinita, que sentí una conexión inmediata -claro en ese entonces no tenía consciencia de eso hasta ahora- fue como si algo de ellos me perteneciera.
Y creo que algo en ellos me pertenece y no solo a mi ni solo a la generación de ellos, son tan universales que hay algo de ellos en todos nosotros, tal vez fue por eso que en el momento que oí decir algo a mi padre sobre su separación y sobre su imposible reunión por el asesinato de John Lennon que sentí algo que no había sentido nunca: zozobra y nostalgia. Creo que esto me hizo ser la persona que soy, la nostalgia y la zozobra son sentimientos que me acompañan constantemente.
No había sentido algo parecido hasta el jueves pasado, día en el que murió el célebre Michael Jackson, en un principio fue desconcertante este sentimiento, no creía sentir alguna empatía particular hacia el ni como vivo ni como muerto, si bien algunas canciones me gustaban, no era tanto como para que me afectara.
Fue hasta después que comprendí el por qué, me afecta en parte porque pertenezco a una generación carente de íconos tan fuertes como Michael Jackson, que los hemos tomado prestados de otras generaciones y además que en mi y en todos así como pasa con los beatles había algo de él. Otra vez esa universalidad, no concibo la música actual sin la influencia musical,del baile, mediática y de escandalo de este personaje que no tuvo infancia, enfermo en cuerpo y mente, que vivió la vida tormentosa de un genio y que tuvo como única salida de la realidad vivir de una manera enfermiza la infancia que nunca tuvo.
Que viva el rey...... del pop
Y descanse en paz si es que puede...
Ya bailó!!
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